RUPTURA EN EL MATRIMONIO. ¿SEPARACIÓN O DIVORCIO?

En situaciones de crisis en el matrimonio, cuando llega el momento de plantearse una posible ruptura y sus consecuencias, es fundamental conocer que la separación y el divorcio no son lo mismo y ofrecen diferentes alternativas.

Hasta el año 2005, la separación era un paso necesario y previo al divorcio, pero la Ley 15/2005 de 8 de julio, modificó la regulación del matrimonio en el Código Civil, y ya no es necesaria la separación como paso previo al divorcio.

Tras la Ley 15/2005 sólo se necesita para divorciarse que haya transcurrido el plazo de tres meses desde la celebración del matrimonio, sin necesidad de separación previa y sin necesidad de alegar causa alguna, no siendo preciso el transcurso de este plazo en caso de riesgo para la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o libertad e indemnidad sexual del cónyuge demandante o de los hijos de ambos o de cualquiera de los miembros del matrimonio, según indica el artículo 81.2 del Código Civil.

Pero el hecho de que la separación ya no sea un requisito previo para el divorcio, no significa que la separación haya desaparecido de nuestro ordenamiento jurídico.

¿Qué diferencia hay entre separación y divorcio?

Una, fundamental: La separación no disuelve el vínculo matrimonial.

Con la separación se produce la suspensión de la vida común de los casados y cesa la posibilidad de vincular bienes del otro cónyuge en el ejercicio de la potestad doméstica, pero no disuelve el vínculo, de manera que cabe reconciliación entre las partes, que no tendrían que volver a casarse, sino simplemente ponerlo en conocimiento del juez que haya entendido o entienda de la separación.

Con el divorcio, el matrimonio se disuelve, la reconciliación posterior al divorcio no produce efectos legales, si bien los divorciados podrán contraer entre sí nuevo matrimonio.

Esa es la diferencia fundamental, el resto de los efectos que se derivan de la ruptura matrimonial: guardia y custodia de los hijos, patria potestad, régimen de visitas, pensión de alimentos, contribución a las cargas del matrimonio, uso y disfrute de la vivienda familiar y liquidación del régimen económico matrimonial, cuando proceda, se regulan por igual en ambos procedimientos, tanto en el procedimiento de separación como en el procedimiento de divorcio.

Teniendo clara la diferencia fundamental entre separación y divorcio, habrá matrimonios que lo tengan claro y opten por el divorcio y otros para los que la separación puede ser una buena solución.

En cualquier caso, siempre, como paso previo a un divorcio o a una separación, debéis acudir a abogados especialistas que os asesoren, porque cada matrimonio es distinto, y es necesario que os ayuden a llevar el procedimiento que más se ajuste a vuestras necesidades y a las de vuestra familia.